El mundo en nuestros ojos

Fotografiando

He vuelto ya de Roma e iré colgando en una galería de Flickr las fotos del viaje. Hoy he colgado algunas, pero si queréis ver más iré añadiendo otras muchas en días sucesivos. La fotografía es una de mis pasiones y, a la par, una de mis grandes frustraciones. Me gustaría saber más de lo que sé y tener más técnica de la que tengo… entre otras cosas, porque no sé nada y mi técnica es algo muy parecido al cero absoluto. Pero me apasiona coger entre mis manos mi réflex digital (sin duda, la mejor compra que he hecho en mucho tiempo), de esas en las que aún tienes que echar ojo al visor para tomar la foto, apuntar y creerme el amo y señor de lo que me rodea. Las cosas están ahí, pero la cámara las recoge como yo quiero y como ellas se dejan, a partes exactas e iguales de indefinición y, por lo tanto, de magia. Se dice que, en los primeros tiempos del arte fotográfico, muchas personas no se dejaban retratar porque pensaban que la imagen les arrebataría el alma. Lejos de ser una superchería, es la verdad más rotunda y sublime que he leído, pero con una salvedad: el alma de los seres, de las cosas, se estira de tal manera que ese trocito trasplantado a nuestra cámara se regenera de manera cauta inmediata a la causa de su reflejo. Camara en mano, el mundo es un poco más nuestro gracias a nuestra mirada. Mala -como es mi caso- pero insustituible.

(Aprovecho la ocasión para comentaros algunas cosas: las entradas publicadas recientemente fueron escritas a todo correr en los ratos que me dejaban las madrugadas y las conexiones del hotel y programadas para que fueran apareciendo en un par de días. Por lo tanto, no he podido leer vuestros comentarios con calma hasta hoy. En pleno proceso de deglución de decenas y decenas de correos que tienen que ver con el trabajo -cosa tristemente sagrada-, todavía no puedo contestaros, salvo unos pequeños apuntes. El hotel, perfecto para lo que yo quería: muy próximo a la Università di Roma Tre y a una boca de metro. Los zapatos de señora, hay para todas: rojos, verdes… El mundo sin internet, una evidencia de que soy adicto. Y muchas cosas más de museos, de compañías y soledades, y vivencias, y experiencias, con las que espero aburriros un rato. Besos y abrazos y muchas gracias a todos. Repartid todo como corresponda.)

11 comentarios en “El mundo en nuestros ojos”

  1. Muchas gracias por vuestras flores. También se aceptan, si es preciso, críticas (pero no muy fuertes: siempre llevo un martillo en el bolso). En serio, he quedado medianamente contento de mis roba-esencias.

  2. Yo ya no tengo alma, querido. ¡La cantidad de fotos que me han podido sacar mis turistas! Ni que yo fuera un momumento…. El otro dia salió en el "Diario de Ibiza" un artículo sobre el Inserso y salía ¡una foto mia! que no reconocí cuando la vi, pensé que era un grupo de viejos y ya está. Amigos mios me hicieron ver que uno de ellos ¡era yo! Me miré con lupa y, efectivamente, era yo a punto de palmarla, la boca abierta, la lengua fuera (estaba bajando de Dalt Vila…) ¡HORRIBLE! Besotes, M.

  3. No todo es ciencia y tecnica, en la fotografia tampoco, y ademas eso se aprende. La pasion y sensibilidad no se enseñan, o al menos eso creo, y de eso usted anda sobrado.

    Bienvenido, ahora soy yo el que esta lejos…

    Y robando el wifi, com o un adicto cualquiera 😉

  4. Hola. Soy un gran aficionado. Me enséñó a revelar el padre de un amigo cuando tenía 10 años, y desde entonces mantengo la afición. Tengo incluso los elementos básicos de un laboratorio, pero ya no revelo. Por cierto, tengo una maravillosa Nikon F de hace unos 40 años. Apenas la usos. En cuanto a las actuales digitales, me parecen bien, pero que sean reflex. Las de los móviles son una porquería consumista. erdona la extensión. Un saludo

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