Cumpleaños

Calendario

En el orden interno del método vital, la última semana de diciembre compro un calendario de mesa. De manera aplicada y metódica voy anotando todas las citas, visitas y eventos que se repiten año a año. Cada temporada sopeso y valoro quién entra y quién se cae de la lista: unos, porque se lo merecen; otros, porque me da la gana. Así, unos centenares de papel pasan a ser unas decenas de registros de tu vida, de tu familia, de tus amigos, y unas páginas en blanco pasan a ser vacíos, oportunidades cercenadas, nadederías o fechas dignas de olvidarse. Concentramos vidas en números, nacimientos en letras, revisiones en líneas para estabilizar nuestra memoria y los cuentos y las cuentas que nos importan. Así lo hice, igual de aplicado que siempre, en diciembre de 2007. Esta mañana, ocho de octubre, al dar la vuelta a cada una de esas hojas que nos recuerda optimista el nuevo día, me he encontrado con esto: «Cumple Delia (86)». El golpe ha sido enorme. He descubierto que cada fin de año juego a ser adivino del destino, que anoto con seguridad lo que nada es seguro.  Daba por sentado que todos los años son los mismos, que todas las fechas iban a ser las mismas, ignorante de que el destino trunca los años de cada cual como le viene en gana. Los calendarios guardan la esperanza de lo que queremos y el tiempo nos devuelve con una bofetada lo que es, su asqueada y asquerosa voluntad de reinar sobre todas las cosas de nuestro pequeño y ancho mundo. El hilo de la vida se nos acaba, se nos va encogiendo y atenazando alrededor de nuestro cuerpo hasta que, al final, se nos devuelve hecho mortaja. Menos mal que, de momento, podemos seguir añadiendo líneas a nuestro futuro y podemos seguir leyendo. En mi calendario, otra línea rezaba: «Cumple Cipri». Felicidades, amigo, sabes que hemos recorrido mucho camino juntos,  y lo que nos queda por delante. Aprovéchate de cada ocho de octubre y cada segundo de tu vida.  Quedan muchas sonrisas en nuestros cuerpos, todavía tiernos. Tenemos que seguir escribiendo nuestra historia… antes de que sea demasiado tarde.

6 comentarios en “Cumpleaños”

  1. Kokycid y Bipolar. Hay días muy pero que muy perros. No se olvidan en nuestro calendario ni en nuestra memoria. Eso significa que los queríamos y que los tenemos muy presentes.

    Mafaldia, Merche y Pedro. Se apunte como se apunte, todos tenemos un sistema de recuerdos y olvidos. A mí los olvidos me vienen bien: utilizo las hojas en blanco para la lista de la compra y demás anotaciones peregrinas. Es el reciclaje de la amnesia selectiva.

  2. ¡Qué casualidad, Raúl! Yo hago exactamente igual que tu, en diciembre me compro un calendario de mesa y voy anotando todos los cumpleaños. Una tarea bastante penosa cuando vas tirando las hojas muertas a la basura… Besotes, M.

  3. Todas las mañanas en la oficina, lo primero que hago es mirar el día en mi dietario (rellenado de notas y eventos traspasados de la agenda del año anterior) para comprobar posibles cumpleaños, compromisos, citas médicas…

    Y también un año, un puto año, un puto 13 de Diciembre, se jodió la anotación del 03 de Septiembre del siguiente año…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.