Sheyla ríe – Fragmentos #2

Dior

Sheyla ha salido del trabajo. Una jornada prolongada hacia los estertores de la tarde, una jornada intensa. Sheyla está cansada de los días que no se acaban y de los trabajos que ha ido perdiendo casi al mismo ritmo de haberlos obtenido. Su talante risueño hace que escale todas las dificultades, todos sus fracasos. Sheyla pasea por el Paseo de la Castellana, con la tranquilidad y el abrigo de la noche, de las luces encendidas que se atisban entre los árboles. Le gusta el movimiento de los coches rectilíneos en sus destinos, el alboroto caótico pero ordenado de la procesión de vuelta a casa. Ella se resiste. Pasea ondulando su zancada, con esa tendencia a oscilar de forma excesiva la pierna derecha en su marcha. Sin duda, es la reminiscencia infantil que intentaba evitar las baldosas rojas, la maldición. Ahora, mientras camina, mira al suelo, registrando cada minucia, cada colilla. Las calles -piensa- cada vez están más sucias. De forma mecánica, como siempre, se encamina hacia Raimundo Fernández Villaverde, con la inconsciencia del hábito del que retarda todos los días su vuelta a la oscuridad de su morada. No puede suponer las vueltas que tiene el destino, el recado en que le espera en un contestador ya desacostumbrado a la calidez de las voces conocidas. En un momento, llega a la altura de una tienda. Dior. Sheyla piensa: «Me cago en Dior». Y se ríe.

(Puedes ir leyendo la secuencia de Fragmentos para una teoría del caos de forma ordenada pinchando aquí)

(Imagen de phil h)

5 comentarios en “Sheyla ríe – Fragmentos #2”

  1. Sheyla es una mujer de hoy en dia. Raúl perdona que no te comente tan a menudo pero ahora con la aventura de Facebook en la que nos ha metido Pedro Ojeda Escudero, veo que no tengo tiempo para nada. Espero tener tiempo para postear… Besotes, M.

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