Personal. Intransferible. Imperfecto. Inexorable. Falible.

manoescan

(Después de escribir una entrada de más de cincuenta líneas, borro todo y telegrafío.)

Según el DRAE, un cuaderno de bitácora es un «Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación». Esa fue la propuesta fundacional de Verba volant: una unión mía con el mundo y el mundo conmigo, lo cual no me hace más grande a mí ni más pequeño al mundo. Escribo –casi– como hablo. Escribo y hablo –casi– como pienso.

Me gusta la ironía del mosmo modo que me gusta el puñetazo directo al rostro. Ese es mi modo de enfrentarme al mundo. Muy primitivo, pero eficaz. Aprendí las cosas muy pronto, porque un rival glotón me robó dos veces seguidas el bocadillo en el recreo. A partir del tercer día, me comí el bocadillo entero mientras el gordito lloraba. Cosas de la vida.

Este blog es personal, intrasferible, imperfecto, inexorable (DRAE, segunda acepción), falible. En eso radican sus pocas grandezas y sus abundantes miserias. Escribirlo me ha costado muchos disgustos, enfrentamientos incluso. Muchos se han dado por aludidos: algunos con razón; otros han pecado de susceptibles. Pero escribo sobre mí y sobre mis circunstancias, visto todo con mis ojos, azules pero miopes.

Escribo lo que pienso. Si pensase lo que digo, la vida no me habría dado tantos golpes. La vida no me ha salido gratis: vivo en todos los márgenes y ya no encuentro sentido a casi nada. Pero pienso. Digo. Escribo.

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