Hay que cerrar las universidades

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No nos engañemos: hay que cerrar las universidades en España. Aunque nos cueste reconocerlo, es la solución. Bueno, no hay que cerrar todas las universidades. Puestos a hacer las cosas bien, lo mejor sería cerrar solo las universidades públicas y dejar a un puñado de selectas universidades privadas para que los que tengan recursos suficientes prosigan la senda que ya iniciaron sus abuelos y sus padres en el mundo de la empresa, la abogacía, la arquitectura o  la medicina.

Aunque lo estamos intentando, cerrar las universidades públicas en España no es algo fácil, de momento. Por lo tanto, podemos ir adelantando trabajo para ahorrarnos costes y disgustos.

Por ejemplo, podríamos suprimir todas las becas. El futuro no está en modificar el criterio de la nota con las que accedemos a una ayuda, sino en eliminar las becas de raíz: son un mal endémico que solo fomenta la vagancia del pobre. Por supuesto, las primeras ayudas que hay que suprimir son las becas Erasmus: solo fomentan la borrachera, el desenfreno y los embarazos no deseados. El que quiera formarse en otro país y en otro idioma, lo tiene muy sencillo: que se lo pague de su bolsillo o lo hagan papá o mamá. A fin de cuentas, ¿quién no ha ido a Boston a hacer un máster relacionado con el mundo de los negocios?

Las universidades en España son una fábrica de vagos y están superpobladas. Antes de cerrar todas las universidades públicas, podemos empezar por reducir drásticamente el alumnado. Hay varios procedimientos. El primero, dejar que se escojan solamente los estudios que valgan para algo (pongamos un ejemplo: Arquitectura; ¡ah, no perdón, que eso era antes!): por lo tanto, empecemos a mostrar el camino auténtico y, sobre todo, la inviabilidad de los estudios humanísticos. El segundo, endurecer los criterios de evaluación. Cuando un alumno suspenda dos veces, se les llama a los de seguridad y que le planten en la calle sin miramientos. No importa que tenga un trabajo a tiempo parcial para pagarse los estudios: que se fastidie, por tonto.

Quizás el que haya llegado hasta aquí pensará que estoy de coña. Pues no, esto es de lo más serio. Nuestros egresados universitarios no encuentran trabajo en España. Tienen varias alternativas: o se van al extranjero (y, si son afortunados, trabajaran en algo relacionado con sus estudios); o se quedan aquí y encuentran un trabajo precario y no cualificado; o, simplemente, se alimentan y pernoctan en casa con sus padres porque no pueden tener oficio ni beneficio. En definitiva, creo que estamos tirando recursos a la basura. La educación superior en España no es cara porque salga cara, sino porque no es nada rentable: formamos a los alumnos para… nada.

¿La alternativa? Creemos un país de mano de obra barata sin ninguna cualificación, sin ninguna esperanza, sin ningún futuro. Es lo que algunos quieren y los que seguro que nos merecemos. ¿Qué hacer? Cerremos las universidades. Por supuesto.

(Esta entrada está dedicada a unos cuantos exalumnos. Ellos saben mejor que yo de lo que estoy hablando. Con imagen de r2hox.)

2 comentarios en “Hay que cerrar las universidades”

  1. Es muy frustrante estudiar (y pagar) durante 5 o 6 años los estudios universitarios para que al final la única opción sea emigrar. Algo tiene que cambiar o, efectivamente, habrá que cerrar las universidades.

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