Altura de miras

Escaleras

Es bonito ver el mundo desde arriba, desde la perfección inmaculada del que puede tirar piedras porque está exento de pecado. Debe de ser algo magnífico poder tener siempre un gesto adusto, una mirada seria sobre el mundo y sobre las cosas. No me imagino lo que puede sentirse cuando uno tiene siempre la verdad en sus labios: jamás una lacra, jamás un error, jamás un desliz. Me gustaría saber qué se siente cuando nadie te ha quitado la razón, aunque no la tengas. Me gustaría estar en el pellejo costroso del que es censor sin haber sido censurado, del que tiene toda la experiencia de su altivez respecto a sí mismo, respecto a lo que le atañe y lo que no. Sus pasos por el mundo circulan por el errático camino del redentor, del propósito firme de creerse alguien por el nombre, por los cargos, por lo que se ha sido. Por lo que es. Por lo que no es. La situación de privilegio es la situación del poder. Siempre una palabra de rechazo, jamás una palabra de perdón. No hace falta. Nunca has hecho nada malo. Por eso frecuentas los templos antiguos y modernos, por eso te regodeas. Adornas la vida con  tu mediocridad siempre perfecta. Te cuesta decir palabras bellas, porque tus labios están sellados por la soberbia. Te niegas a levantar una mirada cuando las cosas cambian, te ofendes por lo que dicen de ti, pero nunca has dejado que los demás se ofendan por lo que tú has dicho, por lo que no has dicho,.Por lo que has hecho y por lo que has pensado. Defiendes la libertad de poder decir lo que te parece. Defiendes la libertad de que te digan lo que te gusta. Pero esquivas la mirada, no sea que los demás contaminen tu abolengo, tu maestría, tu espléndida manera de contemplar el mundo. Ave, Caesar. Morituri te salulant.

(Imagen de Odonoughue)

5 comentarios en “Altura de miras”

  1. Dice Confuncio (o confundido, que ahora no me acuerdo)
    Siéntate a ver pasar a tu enemigo…

    El caso, que con un poco mala suerte te quedarás tieso esperando a que al enemigo se lo coman los gusanos, pero que cierto es, que todo es fluctuante y el que está arriba bajará abajo y recibirá lo que dio…
    Y eso… lo estoy viendo yo

  2. Mafaldia: Yo nunca miraría el mundo desde tan alto. ¡Qué vertigo!

    Merche: Ay, ojalá todo el mundo fuese como tú. ¿Mediocre? ¿Vulgar? ¿Doña Nadie? Ninguna de estas expresiones es sinónimo de la Merche a la que conozco. Hay mucho mediocre, vulgar, don Nadie. Pero esos nunca se dan (nos damos) por aludidos.

  3. Lo he releido y tu frase «adorrno (no sé porque no sale la «n» y ahora sí…) la vida con tu mediocridad siempre perfecta…. Te entiendo perfectamente. Mi blog ha ido de eso, de contar mis historietas pretendiendo que yo era alguien especial y en el fondo, soy una vulgar doña nadie… Besotes, M.

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