No me canso…

Pero qué...

No me canso de mirar el cielo, siempre pasando el puente. Siempre desde el mismo sitio. A la hora mágica en que todavía empieza a no ser demasiado tarde, alzo mi vista bienaventurada para sorprenderme y nunca quedo defraudado. Un día, miré un cielo azul y limpio, adornado por las líneas incontroladas de dos aviones. Otro, atisbé el único rayo de luz que habitaba en mi mundo antes del crepúsculo. Al día siguiente, entre la lluvia, las nubes eran tan espesas y negras como el algodón de azúcar despreciado en una papelera a la vuelta de una feria. Ayer, el contraste entre los matices de luz y sombra era tan intenso que me clavé como un tonto en medio del camino. Me paré como el que se detiene a ver un cuadro. Pensé en los bellos atardeceres que voy contemplando día a día, tarde a tarde, cada año y que no me canso de contemplar. A los dos minutos, continué andando, defraudado conmigo mismo, consciente de la realidad. Dentro de cincuenta años, la intersección de oscuridad y luz estará con todo el mundo. Menos conmigo.

 

5 comentarios en “No me canso…”

  1. Buenos días:

    Estupenda la entrada y todos los comentarios.

    Para Mercedes Pallarés: Tú nunca serás antigua. Y sobre lo del "Guitar Hero" y tantas otras cosas "modernas", no te preocupes, que no te pierdes nada.

    Saludos.

  2. ni yo, ni el vecino… ¿y qué importa? pero qué bien que los vimos… (los amaneceres, los atardeceres, las noches estrelladas y cálidas, la luna sobre el mar…)

  3. Porque esos cincuenta años nos pasarán por encima a todos, por eso hay que disfrutar de esos atardeceres día a día y ser consciente de cada uno de ellos, muy díficil con el ritmo frenetico impuesto. Y que nos quiten lo bailao.

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