Hoy, romántico

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Joder, hoy me he levantado romántico. Después de haberle dado en la entrada anterior a los oeufs, los tengo desgastados de tanto sacarles brillo. Ahíto he quedado, oyes. Después de una mañana repleta de Shakespeares, Moratines y análisis morfológicos que me recuerdan a los cirujanos plásticos cercenando celulitis, he pasado una tarde estupenda: después de gestionar las cosas más inminentes del trabajo, me he puesto a ver televisión basura, cosa que hago con deleite para congraciarme conmigo mismo y para disfrutar de cómo anda el mundo, peor que yo y todo, con Jorge Javier, mi amigo del alma, llorando como una madalena de Martínez. Un poco más tarde, me he metido entre pecho y espalda unas buenas porciones de pan de molde con leche, cacao, avellanas y azúcar. De puro vicio, he relamido el cuchillo pringoso en un gesto vampírico semejante al Drácula de Coppola (pobre Jonathan Harker, cada día me das más pena mora, con tres huríes de la sangre agazapadas entre tus realidades que son pesadillas y tus sueños que son paraísos). Luego, me he sentado a escuchar música de calidad. De la buena, buena. Quizá por una resonancia con el programa televisivo, me he puesto a bailar desenfrenado y travestido con las Nancys Rubias. Uy, Mario Vaquerizo. Mira que está cachas el hombre. Después me he sentido como un personaje de callejeros e iTunes ha atronado con Camela. Siempre me sorprendió esa capacidad para el dúo de Dioni y Ángeles, en agónica tensión melodiosa, como el duettino de las Bodas de Fígaro de Mozart. Juro por «el Vaquilla» (Caco lo tenga en su gloria) que ahora mismo está zarpando el amor a la velocidad trompicada de los autos de choque.

La tarde ha seguido, con la música como compañera. Ahora toca el Rambo Total Mix. Y he vuelto a entrar en Google Analytics. Me sorprende positivamente que haya ganado algún lector desde hace dos días. Si el vulgo que adora la belleza caduca, engañadora, supiera que este compañero me dice las IP desde las que se conectan los colegas, que me comunica las veces exactas que uno se engancha desde una localidad concreta, que me chiva con sorna el número de veces que alguien pincha hacia mi obra magna, que me dice incluso que más de un funcionario picarón se enchufa en vena las palabras volantes hurtando horas a su trabajo importante (con lo atareados que afirman estar algunos…), que me dice el navegador que utiliza, que me susurra con dulzura la resolución de su pantalla, que complace mi curiosidad con las palabras que ha buscado… Si ese vulgo, que no sabe oír la música que es de todas la primera, supiera ésa y muchas más cosas, le daría quizá un poco de vergüenza visitarme tanto virtualmente, saludándome a golpe mágico de clic, cuando soy persona tan poco digna de respeto, nefanda y despreciable. Indigna de pan y de sal. O de más cal que arena. O de más pimienta que sal, que no tengo ni puta idea.

Como hoy me he levantado romántico y he alternado la mañana con cultura de urbanización de lujo y la tarde con la de la periferia, os dedico a todos, dos obras maestras de estas dos manifestaciones.

Comienzo por Lope de Vega y su soneto bello…:

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!

…y acabo con los nuevos juglares del siglo XX (y XXI), esos adalides que logran rellenar pabellones de sonidos y quejas, de los que sólo dejo retazos:

No quiero ni que me mires
ni siquiera en mi retrato,
no me daba cuenta
que tu amor era falso.

Tú te has burlado de mí
y pasas por mi lado para hacerme sufrir.

yo te perdonaba todo creyendo que me querías
todo era falso y embustero,
me tenías ilusionado,
pero ahora ya no te quiero.

Como hoy me he levantado romántico, he escrito demasiado. Por eso hasta aquí sólo han llegado dos tipos de personas, ambas dos perseverantes y tenaces. A uno de esos bloques le pido perdón, como los actores al final de las obras de nuestro siglo áureo, para que sepan perdonar mis faltas y defectos. Ellos visitan esta obra con paciencia, porque ya se sabe: el mundo es un teatro en el que cada cual quiere verse reflejado. A otro de esos bloques, amigos del alma, muchos anónimos, muchos «nominados», les digo con cariño sincero, que sois extraordinarios y que, como decía Fray Luis, que ha acompañado con su palabra la dermis de este texto, todo lo demás es triste lloro.

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10 comentarios en “Hoy, romántico”

  1. Rara y flatulenta mezcla de la Belén Esteban con Rambo Total y Camela!! Te estas deslizando a pozo sin salida sin los frenos puestos Raúl…ten cuidado que luego nos tomamos unas vacaciones de tres meses con excusa medica!!

    Saludos

  2. pues no me ha gustado nada tu entrada de hoy, debe ser uno de esos soliloquios con tu otro "yo mismo"

    te salva los versos primeros… (como se parecía este hombre a Teresa de Jesús, qué pasionales los dos)

    Raúl llevo buscando hace tiempo en google un poema anónimo del que sólo recuerdo esto:

    A través del bosque sopla el deseo

    es un viento siempre nuevo que nació con el mundo…

    no lo llaméis al orden y dejarlo volar…

    no recuerdo si va seguido o no… seguro que tú lo conoces,

    porque google no me hace ni caso.

    me gustaría recuperarlo entero. Volverlo a leer. Anda porfi…

  3. Buenas tardes, Raúl Urbina:

    na, na, na, na, na, na

    na, na, na, na, na, na

    ¿Pero hay alguien -a estas alturas- que no sepa que nuestros "IP" están controlados todos por el Google Analytics, de nuestros pecados?. ¿Y qué?.

    Y como hoy, igual que ayer, también hace un día precioso de otoño, y me he levantado romántica, pongo una canción que me ha entrado en la cabeza, después de ver que Don Marcelino Orbés, de La palabra digital de Burgos, seguía sin renovar su Entrada, de la que me confieso miradora diaria. La dedico asimismo, a todos los espiados, víctimas como yo.

    Por cierto, no sé, ni me interesa, cuál será el castigo para expiar estos gravísimos pecados de asomarnos por la ventana de internet. De momento, no pienso dejar de mirar a su través, hasta que sea yo quien lo decida. Y aviso y advierto, que quién se atreva a copiarme algo, tengo todo -todito- registrado. Que una toma sus medidas contra la piratería generalizada. ¡Faltaría más!.

    (La canción está en Youtube):

    v=xzzzMVFqsWU

    Saludos. Gelu

    P.D.: ¿No has olvidado algún dato para hacer comprensibles los gráficos?.

  4. ¿Por eso eres amigo de Jorge Javier, por que a tí también te obsesiona los niveles de audiencia -fatalmente llamados "share"-…?

  5. Judit esteban garcia

    yo pondria lo mismo que en el anterior texto pero seria repetirse ¿pero que hay de malo en repetirse? sinceramente:genial…

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