44 – Balance

Hoy cumplo 44 años que, sin serlo, se asemejan bastante a una cantidad redonda, por aquello de la repetición de dígitos. Nunca he aprovechado un 29 de abril para hacer un balance de cuentas, pero creo que la situación de la economía mundial está necesitada de no olvidar el cashflow y cuánto dinerito vital queda en el bolsillo.

Por lo tanto, haré para mí (y para quien quiera acompañarme) un pequeño balance global.

  1. Vivir durante 44 años supone haber pasado en este mundo más de 16.000 días, aunque el primer millar casi no cuenta para eso de la memoria, ya que no guardo ningún recuerdo por debajo de los tres años (puestos a ser estrictos, creo que muchos de los que creo tener posteriores –algunos muy recientes– son inventados).
  2. Dieciséis mil días dan para una valoración global: si ponemos la cosa al 50% y recapacito, creo que al menos ocho mil días han dado  de sí lo justo como para decir que ha merecido la pena vivirlos.
  3. En el polo negativo, diré que estos años me han castigado con tres muertes espantosas. Las dos últimas –las de mis padres_ no dejan de ser lógicas, aunque tristes. A fin de cuentas, mis padres tuvieron el privilegio de sobrepasar los ochenta años y, por lo tanto, brindarnos muchísimas alegrías, aunque su fallecimiento sea un mazazo del que, a unos pocos años vista, todavía no he logrado recuperarme del todo. La primera fue la de mi hermano, con una vida quebrada a los 19 años cuando yo tenía 12. Sin comentarios.
  4. Mi vida académica fue creciendo año a año y mi vida laboral también, aunque bifurcada en dos senderos bien distintos y con satisfacción desigual. He sudado tinta para mejorar y he sacrificado muchos años para conseguir llegar hasta aquí. El currículum, desde mi punto de vista, se hace por medio del esfuerzo y no por medio del mangoneo, el tráfico de influencias, las lamidas de culo ni la puñalada trapera. He sufrido, pero el sufrimiento se ha visto, en mayor o menor medida, recompensado. En cuanto al trabajo, me complace que sea mejor acogido por quienes más estima merecen para mí.
  5. En lo personal, he acogido puntos de felicidad con muchos otros de catástrofe. A lo largo de los años, me he dado cuenta de que la vida escuece más cuantas más llagas tienes.
  6. Cuento con amigos fieles. Sé que los tengo ahí, aunque muchas veces me olvide de ellos y no les frecuente como ellos se merecen.
  7. Desde hace ya unos cuantos años, mi conciliación con todos los elementos que tengo que abarcar a lo largo del día me desborda. He llegado a un punto en el que he tenido que abandonarme y, siendo como soy, el abandono me hace zozobrar todavía más.
  8. En el polo de lo positivo, he visto hechos realidad algunos de mis sueños. He visitado lugares mágicos. Unos cuantos países rodeados de calles que me han hecho deambular por mi existencia y han ampliado mi vida en muchos miles de kilómetros cuadrados. En concreto, haber tenido el privilegio de volver una y mil veces a París y haber disfrutado de su luz y de su lluvia merecen, para mí, toda una vida.
  9. Tengo una familia maravillosa. Existe, y eso es decir ya suficiente. Están ahí, y eso es decir mucho. Nos necesitamos mutuamente, y eso es ya como para estar contento.
  10. Entre los vinculados a mi sangre,  tengo un hijo, lo que equivale a decirlo todo. No hay nada mejor en este mundo que haber engendrado algo tuyo pero distinto, algo dependientemente independiente.
  11. Podría decir muchas cosas más, dulces y amargas. Pero sólo diré lo último: a día de hoy, creo que mi vida oscila entre los dos polos: uno, el de cumplir tantos días vividos como para ser suficientes; otro, el de no tener tantos como para esperar que vengan más. Entre estas dos cosas me ubico y me debato. En mi agenda, los 29 de abril, me recuerdo siempre: «Felicidades, amigo. Ya va quedando menos…», no siendo esta una frase desesperanzada.

Pues eso.

10 comentarios en “44 – Balance”

  1. Vale, me me olvidó, pero tengo escusa, estoy enfermo. 😀

    Muchas felicidades Raúl. Y si te soy sincero a mi 44 años me parecen una barbaridad. Yo estoy a punto de sufrir la depresión de los 20… ¡Un jodido quinto de siglo! Y sólo me quedan 13 para dominar el mundo conocido… es un contrareloj.

    Qé los lleves lo mejor que puedas y que vea yo cómo los llevas, estos cuarenta y tantos (qué así suena mejor) y el resto.

    Un abrazo Raúl.

  2. Muchas felicidades, aunque con un día de retraso.

    Supongo que al final de nuestra de nada nos servirán los balances, lo único que creo que importa es la forma en la que uno ha vivido todas aquellas cosas que le han ocurrido para bien y para mal, y si a pesar de ellas se ha conseguido ser feliz.

    Bueno un saludo, y espero que hayas pasado buen día.

  3. Buenas tardes, Raúl Urbina:

    ¡¡FELICIDADES!!

    Como experta en años, te diré, que te quedan miles de días maravillosos por contar.

    Tienes un hijo precioso, familia, amigos…¡Enhorabuena!

    Cuando escribes sincero, lo haces colosal.

    En cuanto a las heridas -en la vida- las tiene todo el mundo.

    Doy marcha atrás, y en mi balance compruebo que el año pasado te felicité. ¡El tiempo pasa volando!.

    Como Fernando Portillo ha cerrado el blog, no te puedo poner su música siempre acertada. Te pongo una canción:

    http://www.youtube.com/watch?v=z_JJRN_GFd4

    Saludos.

    P.D.: ¿Qué será de pablo miguel simón?.

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