Uva #12

Y, casi sin quererlo, tenemos que esperar otro caudal de cantidades ingentes de segundos, que es la única manera de simular simultaneidades.

Nacemos como puntos entre el eje de abscisas y ordenadas. Tan encasillados como para quejarnos luego de vidas en el cuarto de las sombras. Tan solo quiero que me salves de las verdades inocentes, que aproximes tus palabras para decirme las verdades más intensas y más horribles. Tan solo quiero que la belleza inusitada me sorprenda de día en día, de año en año. Acordándonos, por cada porción de fruta echa zumo, de las personas a las que queremos. Para demostrar que no somos cuerpos reversibles, ni seres capicúas que no aportan ninguna suerte, ninguna papeleta ganadora en ningún sorteo. Cuando estés a la sombra de un árbol adornado, no olvides que en la radio todavía emiten las lentas, las hondas canciones de amor. Que el mundo es maquinaria engrasada con las minúsculas porciones de la realidad que inyectan la ilusión.

(Imagen de Muhammad Ahmed.)

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