Pues sí, voy a hablar de iRedes

Pues sí, hoy toca hablar de iRedes, el I Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales que se celebró en Burgos la semana pasada. Para que no quede ninguna duda de que las objeciones que voy a intentar explicar no afectan a la calidad del congreso y al privilegio de que un evento de estas características tenga lugar en nuestra ciudad, tengo que decir que me siento tremendamente feliz por las cosas que he podido aprender con el visionado y la lectura (en directo o en diferido) de muchas de sus aportaciones, por una parte y, por otra, porque Burgos ha sido, por una vez, una ciudad que alberga un congreso de grandísima proyección y grandes especialistas de las nuevas tecnologías. Por lo que he leído, ha estado magníficamente organizado y la mayor parte de sus participantes ha estado, por lo menos, al nivel que se esperaba de ellos.

Dicho esto, me veo obligado a compartir por escrito algunas cuestiones que han circulado a través de Twitter o en conversaciones mantenidas en persona o a través del correo electrónico y en algunos blogs. Espero que mi visión no sea tildada excesivamente localista, porque no pretende serlo. Solo quiero aportar mi visión de un congreso que ha sido en Burgos (con toda la importancia que tiene esto para nuestra ciudad), pero que también podía haber tenido una dimensión desde Burgos.

La primera crítica está referida al precio. Es cierto que 200 euros no era un precio excesivamente caro para lo que se ofrecía, pero aquí se olvidaba que había muchos burgaleses interesados en acudir –y que no necesitaban que se incrementase el precio con dos comidas y una cena– y que tuvieron que apearse por una cuestión de dinero. Entre ellos, los estudiantes, que tenían que pagar una inscripción de 100 euros: se les «vendió» el congreso en una conferencia interesantísima en la UBU, pero el elevadísimo precio impidió a los estudiantes de Comunicación Audiovisual acudir (y otros más que pudieran estar interesados de otras titulaciones). De ellos volveré a hablar más adelante, pero dejo aquí una pregunta: ¿cuántos estudiantes (burgaleses y foráneos) acudieron al congreso? ¿Puede sacarse alguna conclusión de ello?

Vayamos a otra cuestión que es la presencia de burgaleses en el congreso. No soy un iluminado y sé que no se puede meter en un congreso iberoamericano a participantes de Burgos porque sí. No obstante, he echado de menos (y no he sido el único) una sección dedicada a las redes sociales y los blogs en Burgos. Quizá no hubiese tenido cabida dentro de las sesiones plenarias (aunque algunos burgaleses se encuentran en posiciones destacadas dentro del panorama nacional), pero sí como una extensión del congreso en la Sala Polisón. De esta manera, se hubiese podido dar a conocer una visión de  lo que ocurre desde Burgos (si es que esta visión interesa). Y no hubiese estado mal la cosa, porque en Burgos hay gente con buenas ideas y con proyectos (ya bastante «aterrizados») que es preciso divulgar.

En tercer lugar, me gustaría hacer una reflexión en voy alta. Un conjunto de estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra ha realizado el seguimiento del congreso. No tengo nada que decir en torno a su trabajo, porque, por los resultados, parece que ha sido muy bueno. Pero creo que alguien tiene que preguntarse por qué en un congreso realizado en Burgos se hace ese seguimiento con alumnos venidos de fuera cuando aquí hay estudiantes de la Licenciatura y de Grado de Comunicación Audiovisual. Se me ocurren dos posibilidades, ambas preocupantes: una, que alguno de los organizadores tenga mucho que ver con la Universidad de Navarra y que, desde esa misma organización, ni siquiera se haya reparado en los alumnos de Burgos; otra, que se haya pensado en ellos y no se les crea capaces de sacar adelante con dignidad el trabajo (y que conste que yo no digo que no lo sean: son alumnos míos y los conozco). Que yo sepa, solo se ha acudido a un par de alumnos de la UBU, pero los han tenido a mano para labores de intendencia (y que conste que utilizo una palabra demasiado neutra para lo que estoy pensando).

Ya por último, me gustaría comentar alguna cosa sobre el último acto del congreso: la intervención con la forma de diálogo con preguntas y respuestas de Arturo Pérez-Reverte y Juan Luis Arsuaga titulada «Las redes sociales desde Atapuerca hasta Twitter», celebrada por muchos como uno de los actos más relevantes e interesantes del congreso. Por los motivos arriba apuntados, es el único acto al que pude acudir presencialmente. Admiro profundamente por muchos motivos a Pérez-Reverte a Arsuaga: he pasado con el primero muchas (pero que muchas) horas de lectura con el primero y, gracias al segundo (en mi caso, gracias a su labor divulgativa), he podido aprender un poco sobre los orígenes del hombre (y, por lo tanto, sobre el ser humano). Pero no coincido en absoluto con esas valoraciones tan positivas sobre la intervención. Y no me refiero a lo que allí se dijo, que me pareció en muchos casos revelador e profundo. Me refiero a que Arsuaga aparecía allí sin ningún conocimiento más o menos profundo de lo que era una red social y, por lo tanto, sus intervenciones no tenían nada que ver con el asunto que se trataba. En suma, eso de las redes sociales y Atapuerca fue un asunto cogido por los pelos para lucir mediáticamente a dos soberbios comunicadores. Si se habla de redes sociales antes de la aparición de las redes sociales como tales y se confunde todo esto con las relaciones sociales (de las que las redes sociales son solo un exponente con un embrión común y unas características particulares), acabamos haciendo analogías tontas y bastante superficiales. Pero esto es solo una crítica a la adecuación de esta intervención al título y al congreso donde se producía: insisto en que, por lo demás, me pareció un acto divertido y esclarecedor sobre muchas otras cosas.

No me gustaría acabar sin recalcar, de nuevo, la cantidad de cosas buenas que ha tenido (y que seguramente tendrá iRedes), pero creo que era necesario hacer algún apunte con cosas sobre las que quizá no se había reparado y que puede que puedan subsanarse en el futuro.

(La imagen pertenece a las fotografías que realizaron los alumnos de Comunicación de Navarra en el congreso.)

12 comentarios en “Pues sí, voy a hablar de iRedes”

  1. Gracias a todos (a los que lo visteis por dentro, a los que lo visteis por fuera y a los que, por diversas circunstancias, no lo visteis) por vuestras aportaciones. Creo sinceramente que hacer algunas puntualizaciones de corte crítico no tiene por qué ser negativo, sino que redunda en que se reflexione y, si es pertinente y posible, se mejore. Lo curioso es que, después de esta entrada, algunas personas se han dirigido a mí para poder dar explicaciones sobre algunos aspectos. Creo que eso también es bueno.

    Reconozco sinceramente que me preocupa el problema que apunta Amalia en lo que se refiere al desvanecimiento de la Burgosfera. Todos lo que estamos dentro podemos apuntar un par de poderosas razones por las que se ha desdibujado. Pero esta «disolución» no es como las de Pedro, sino que es algo negativo para el panorama de los blogs en Burgos y creo que deberíamos de ponerle alguna solución, si es que creemos que merece la pena luchar por esta causa.

    Y estoy con Caín (que conoce otras posturas paralelas a la mía de otros burgaleses en el entorno de Twitter) en que quizá sea el momento también de plantear alguna iniciativa para hablar de redes sociales de modo profundo y ambicioso en Burgos. La iniciativa, en este caso, tiene que partir de nosotros y puede contar con empujes académicos (las inquietudes de los bibliotecarios han sido muy bien explicadas por Amalia), culturales y empresariales (aunque estos últimos, en los tiempos que corren, pueden ser más difíciles de obtener). La iniciativa de Pedro con la UBU funcionó en su día muy bien para los blogs. Yo creo que alguna de las iniciativas que existen desde Burgos merece la pena que sea difundida y conocida porque la ciudad no está tan muerta en ideas sobre estos temas como pudiera parecer. Me gustaría saber vuestra opinión para ver si podemos lanzarnos a la piscina (o no).

  2. Buena crítica constructiva la suya señor, aunque con algún agujerito… cierto que el precio era elevadísimo, para los estudiantes y para los que no los son, en twitter #iredes llegó a ser trending topic y uno de los tops fue Julian Marquina el cual reside en Madrid, siguió todo el congreso por streaming y lo informó a toda la red sin estar presencialmente, qué quiere decir? pues que aunque no se pudiera estar físicax la gente que estaba muy interesada lo siguieron y que quieres que te diga igual mejor que los que estábamos allí.
    Estoy con Caín en lo refrescante de la última conferencia y quizás me pareció un tanto hipocritilla por la ciudadanía burgalesa el hecho de que fuera sólo en ese momento cuando se llenó el Teatro. El aspecto localista de tu reclamación me parece del todo fundada y bien hecha, sí señor, fue un fallo y gordo, pero quizás la culpa tb está en la burgosfera que ya no es lo que era, como entidad ya no suena ni se mueve y ¿qué quieres? Mi experiencia en general fue muy gratificante, y nos infundió ganas de innovar y de seguir en red. 🙂

  3. Es interesante lo que dices, y un privilegio el poder estar interconectados a escala.planetaria.

    Sobre Arsuaga – Reverte , tal vez pensaron que se necesitaba un buen remate final y no encontraron mediáticamente algo mejor (desde luego que se puede encontrar) lo que dá que pensar que todo es mejorable. Si te sirve, te mando Future Technologies, una discusión de la Royal Society

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  4. No se puede negar ninguna de las cosa que expones. Desde dentro, como participante, yo también me acordé del salón de actos lleno en la UBU el día de presentación del congreso, allá por diciembre de 2010: lleno de estudiantes de comunicación, porque lo que es profesionales de internet de Burgos nos podíamos contar con los dedos de la mano. Justamente al contrario que en el congreso en sí.
    Desde mi visión como bloguero y al mismo tiempo profesional (últimamente el profesional-autónomo se ha comido al bloguero-ocioso ;P) me encuentro con sensaciones y sentimientos variados.
    Profesionalmente me / nos ha aportado mucho. No sólo a mi estudio creativo, si no a todos los profesionales de internet de Burgos. Ya nos sentimos menos «locos» por querer vivir de trabajar en y para internet y además, nos hemos empezado a conocer. Networking, que se dice, uno de los principales objetivos de iRedes. Y funciona, lo aseguro.
    Por otro lado, veo como se han obviado muchas de las esencias de lo que son las ahora tan famosas redes sociales y se ha centrado todo en el problemazo que tienen los medios de comunicación con las redes sociales y la atomización de audiencias en el medio virtual. Así, se han quedado fuera los prosumers como el autor de este mismo blog o yo mismo en mi dicotomía.
    Es un hecho: iRedes está orientado a profesionales, pero su presentación a nivel local no lo comunicó claramente. Es más, daba la sensación de tener la intención de acercar a todo el mundo las redes sociales y contar con la universidad para ello. Comprendo la frustración y reticencias que generó el congreso en muchos de los burgaleses más activos en la BurgoSfera 2.0 y en otras redes que tuvimos presencia física en la presentación.
    Para la próxima, ya sabemos lo que hay y visto lo visto, hay necesidad de dar voz a los prosumers del universo porque son parte igual de importante o más que los comunicadores profesionales. Es lo bueno de la horizontalidad de internet y hay que fomentarlo. ¿Cuándo organizamos un congreso con esta temática ;)?
    Un abrazo, Raúl.

    P.D. A mí, la charla Arsuaga – Reverte me pareció de lo más refrescante después de día y medio oyendo datos, teorías comunicativas, titulares y demás. Comprendo tu visión de la charla desde fuera y comparto la intencionalidad de notoriedad que traía implícita.

  5. Comparto completamente tu opinión. Y sí, los dos alumnos de comunicación trabajamos como negros… en su sentido más añejo.

  6. En general, estuve bastante contenta con el resultado del congreso, aunque en algunas cosas no se te puede quitar la razón 😉

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