Como dos cordeles que se juntan en un bolsillo

Imagínate que estás en el espacio, flotando en medio del universo, con toda la presión del astronauta en un espacio vacío. ¿Pensarías un poco en mí?

Yo, que vivo con los pies en la tierra, a salto de mata, conduciría hasta la ciudad en la que vives, girando por los vericuetos de las calles hasta tu casa.  Porque me pierdes, porque me matas. Porque me sometería a todas las reglas no escritas, porque me ahogaría, trago a trago, con el agua de tu piscina.

En un lugar recóndito, muy lejos de aquí, un bicho nocturno contempla las palabras que un día escribí para ti, cuando tu pelo era incandescente y tus ojos quemaban de pasión. Y en un cajón de la mesa hay una caja en la que, entre recuerdos que creía perdidos, están aquellos pensamientos, aquellos sueños entrelazados, mezclados como dos cordeles cuando se juntan en un bolsillo.

No creas que estoy loco y amargado. No estoy tan solo como parece en las noches sin lunas. Por eso te escribo estas líneas, aunque parezcan una súplica tonta y estúpida. Todo lo que quiero es que me quieras.

Por lo tanto, imagínate que estás en el espacio, flotando en medio del universo, con toda la presión del astronauta en un espacio vacío. ¿Pensarías un poco en mí?

(Canción prosificada, traducida y modificada a voluntad de la letra de “You Slay Me”, una canción que he descubierto gracias a un capítulo de Orange is the New Black. Imagen de Missy.)