El cielo está aquí, donde alguien quiera ir a bailar

Milonga

El cielo está aquí, donde alguien quiera ir a bailar. Donde alguien quiera rozar con los dedos los bordes de algo muy parecido a la felicidad. Donde los labios llenos de recuerdos logren la huida de esos fantasmas personales que acechan en las sombras. Donde notes escalofríos mientras sientes el ritmo y te preparas para el contraste entre los pies que no te dejan y el corazón que te delata.

El cielo está aquí, donde alguien quiera bailar. Aunque el repaso por algunos momentos de tu vida siembre el miedo. Aunque se espere tanto tiempo a que todo llegue que las cosas pasan sin que puedas verlas. No es magia. No es fantasía. Es una dosis de realidad destilada con gotas de esperanza.

El cielo está aquí, donde alguien quiera bailar. Donde alguien te recuerde que estás vivo por encima de toda la escala de tonos grises. Donde recuerdes todos los momentos y no haga falta nada más que sonreír. No es superficialidad. No es un efluvio pasajero. Es una porción de sueño repartida en comisuras llenas de dulzura.

El cielo está aquí, donde alguien quiera bailar. Porque no queremos muros cuando puede construirse un mundo por encima de los sueños. Toma tu pasión y forma una película que recorra tu piel como una escala de recuerdos. Y digas que sientes eso, exactamente. Con toda el alma. Recordando la película de tu vida y esperando que alguien te haga la pregunta.

La fotografía fue tomada ayer en la plaza Dorrego, en  el barrio de San Telmo (Buenos Aires).

 

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