Comedias románticas

Empire State

Siempre me han gustado las comedias románticas, desde una tienda en la esquina cargada de sorpresas, hasta un diálogo paralizado por las desgracias de la vida. Me deleito con los finales felices, porque son sino y signo del almíbar, aunque soy también capaz de tragar los finales más amargos, nos importen un bledo o sean el principio de una gran amistad, pero reconozco que me gustan los momentos difíciles, aquellos en los que se nos hace un nudo en la garganta y nos entran unas ganas irrefrenables de llorar. Me gustan los desencuentros, el retorcimiento de la trama, los detalles desapercibidos que, al final, son los momentos estelares de nuestra vida. Hoy he pensado en las comedias románticas. No he hablado casi nunca de ellas. Y me he imaginado a mí mismo en Nueva York, a los pies del Empire State, con los ojos aturdidos por la belleza. Y he pensado que subía y esperaba en la cumbre. Y nunca subía nadie. Es lo que va de la comedia romántica al sentimiento trágico de la vida.

(Fotografía de Thibault Roland.)

8 comentarios en “Comedias románticas”

  1. Buenas noches, Raúl Urbina:

    ¡Qué estupendas las cuatro películas que citas en los enlaces. He comprobado en el inventario de mi padre de programas de mano de cine, y he visto que los tiene en su colección, correspondientes a sus primeras proyecciones en Burgos.

    Ni sé las veces que he visto "Lo que el viento se llevó" y Casablanca.

    Las otras dos, encantadoras también, aunque la de "Tú y yo" sea de las que hay que tener un pañuelo a mano.

    ¡Y mira que eres complicado! . Ya me explicarás para que vas tú al Empire State, sólo. Al menos Cary Grant y Deborah Kerr habían acordado previamente una cita.

    Ya ves, allí arriba, no habrá más sitios. Una cosa es la sorpresa y otra el más difícil todavía.

    ¡Trágico!.

    Saludos. Gelu

  2. Yo personalmente no puedo con las comedias románticas. A pesar de saber quesiempre termina todo por aclararse, los desencuentros y malentendidos, me ponen nerviosisimo y me dan ganas de gritarselos a los protagonistas. Total que paso dos horas fatal y encima ni me hacen sonreir ni llorar, solo logran ponerme cardiaco.

  3. Aunque pase el tiempo del romanticismo en la vida de alguien o simplemente no quepa en lo cotidiano, cuando vuelve unos minutos ¡qué bonito! es precioso… precioso…

  4. Me gustan más las antiguas que las de hoy en dia. Inolvidable la de James Stuart y Deborah Kerr que quedan en encontrarse en el Empire State Building y, justo antes de llegar a la cita, ella sufre un accidente… (creo que él era James Stuart). Luego estaban las tórridas (para la época) generalmente con Robert Mitchum o Burt Lancaster y ellas Jane Russell o Lana Turner… Besotes, M.

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