Dos puertas abiertas sin hojas (ni cuchillos). Y un camino trillado de barro, abrupto pero despejado.Un recorrido con entrada y con salida. Pero sin sentido.
El blog de Raúl Urbina
Dos puertas abiertas sin hojas (ni cuchillos). Y un camino trillado de barro, abrupto pero despejado.Un recorrido con entrada y con salida. Pero sin sentido.