Compendio de petulancia aplicada

Guantes de boxeo

Sí, en efecto, la petulancia es una presunción vana y exagerada. Pero eso no significa que no sea mejor que vosotros (vosotros, sí, no al público en general). Y soy mejor que vosotros por muchas razones. Entre otras muchas, citaré estas:

  1. abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz.
  2. qqwweerrttyyuuiiooppooiutyrewiwiw.
  3. asdasdasdfghfghfghjkhkñlkkklññdkdhgg.
  4. zxcvfdfkjgqewridkgkdghc, dhfa vsrpmrd fr mortfs.

Como no tenéis ni puñetera idea de criptografía, os quedáis con las ganas. Pero os estoy esperando. Soy como el boxeador medio derrotado, que aguanta en pie hasta el último asalto y pega el golpe definitivo. Y he castigado mi cuerpo y mi mente de manera intensa durante muchos años, así que soy capaz de sufrir y esperar. Y no soy de los que se descuida, ni de los que tiene miedo, ni de los compasivos. Así que cuidado conmigo.

(Imagen de slack12)

5 comentarios en “Compendio de petulancia aplicada”

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