No es caerse del caballo, es bajarse del burro

 

 

Soy poco amigo de ser transportado por animales que no controlo y que están obligados a hacer ese trabajo pesaroso de manera recurrente y servil. Y, sobre todo, creo que nuestro pequeño mundo está encarrilado por esa trayectoria prefijada que ese animal podría hacer por sí solo y nos tiene a nosotros como viajeros circunstanciales. Y reconozco que es difícil decir basta, que ya está bien, pero me parece saludable y necesario bajarse del burro en los momentos que el trayecto lo requiera. Yo no sabía cómo se paraba ese burro y me parecía aparatoso y complicado bajarse del burro. Con un poco de práctica y decisión, te atreves, lo pruebas. Y repites, sin duda.

La foto está sacada en Marrakech en 2019.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.