El día de mañana – 20 de noviembre

Franco

Poco a poco, pese a la insistencia de los medios de comunicación, nos vamos olvidando de un hecho cierto e innegable: cuando se escribe mañana un día 19 de noviembre, la fecha a la que se alude es el 20 de noviembre. El 20 de noviembre es un día prolífico en acontecimientos varios (desde el ataque de una ballena a un barco en 1820 -el barco acabó muy perjudicado pero nosotros salimos ganando con el cambio a Moby Dick– hasta el inicio de los Juicios de Nüremberg -que juzgaron a unos criminales asesinos y que motivaron una película fuera de serie). Nacieron tipos curiosos (me muero de ganas por saber quién cojones era Kenesaw Mountain Ladis y creo que me voy a enterar a la par que vosotros) y murieron muchos otros (por ejemplo, Kalle Päätalo, al que nunca olvidaré).

Como todo esto va por barrios y patrias, es muy típico decir dónde estabas tú un 20 de noviembre de tal año. Como la curiosidad os puede, os lo voy a contar: en 1991, estaba defendiendo a pecho y espada  en Valladolid mi tesina -eso que hoy se llama DEA-, con título apasionante: Los macroactos de habla ilocutivos y la construcción literaria. Seguro que queréis saber más, así que prosigo. Amigo de causas perdidas y luchador en favor de los principios básicos de la humanidad, en 2003 me senté delante de otro tribunal más numeroso y severo en Madrid para continuar lo que había empezado y defendí mi tesis con el ameno título Los macroactos literarios de ficción y las relaciones intertextuales diferidas en la constitución de la literatura. A propósito de la literatura medieval.

A lo largo de mis ya demasiado extensos y prolongados 42 años, he pasado, si la memoria no me falla, cuarenta y dos 20-N (más o menos. Soy de Letras). En cada uno de ellos, he vivido un 19 de noviembre en el que al día siguiente sería un día más.

Sé que pensáis que estoy de cachondeo, pero os voy a decepcionar. ¿Dónde estaba el 20 de noviembre de 1975? En España. En Burgos. En mi casa. Delante de la tele. Viendo a un tipo compungido pronunciando unas palabras que no se me olvidarán. Con 9 años, la sensación es variopinta: es la primera vez que compruebas que los que salen en las monedas se mueren, es la primera vez que ves en casa reacciones diversas, es la primera vez que te dan tres días de vacaciones por la cara. No voy a confesar aquí lo que pensé cuando tuvimos nuevo jefe de estado, ansioso como estaba de días de asueto. A los 9 años, uno no ha corrido delante de los grises, no ha luchado por la libertad, no ha enarbolado pancartas, no se ha alojado en Carabanchel, no ha sentido el miedo recorriéndole todo el cuerpo, no ha ensalzado a nadie más que a sus padres, no ha defendido los principios del régimen, no ha sabido de sindicatos verticales, no ha llorado delante de una bandera.

Años más tarde, llega un 19 de noviembre. Mañana, día 20. Así que me voy a adelantar y os voy a dedicar una bonita canción. Lo que da de sí un día en nuestra memoria.

(Imagen de Slambo_42)

5 comentarios en “El día de mañana – 20 de noviembre”

  1. Recuerdo el cartel colgado en la puerta de la iglesia del colegio anunciando el luto oficial (tres días de vacaciones)

    y el resto de años que son los mismos que los tuyos…

    UNA PAZ…

  2. Gracias a Dios somos ya casi mayoría los que sólo vemos en el 20-N el posterior al 19-N y el anterior al 21-N y eso que recuerdo un año (tendría yo unos 12 o 13) que mis padres me llevaron a la Plaza de Oriente. Tela.

  3. Yo recuerdo que tal noche como hoy de hace 33 años dieron en la tele la película "Objetivo Birmania", una de guerra de las que tanto me gustaban cuando tenía 9 años. Y también recuerdo las vacaciones, y mi deseo de que el rey se muriese pronto para tener otras 😉

    ¡Ah! Mañana se celebra el Día Mundial de la Infancia.

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