Los pedacitos

Hielo

Esta mañana, los pedacitos del dolor del alma han vuelto a entrar en mi cuerpo como los pequeños cristales de hielo que veo ahora a través de mi ventana. Me he pasado mucho tiempo repasando mi cuerpo preparándolo para este momento, pasando una abundante crema analgésica que hiciese resbalar el cansancio extremo, las obsesiones y la pena. Se conoce que me he debido olvidar de repasar alguna parte y esos pedacitos se han infiltrado ladina y silenciosamente hasta bullir en la cabeza y manar en los lagrimales. El desamparo del caos, del desorden, de una rutina mal asimilada, de una sobrecarga de cargas vitales ha supurado y la herida se ha infectado. De momento, el dolor es leve y la noche puede venir a reparar los males con la delicia del sueño o a incrementarlos con el sobresalto. Ahora que pensaba que el tiempo sería más propicio, ahora que pensaba que la primavera brotaría con más sol y días más cálidos, la ventisca, bella y cruel a partes iguales, me ha congelado el corazón. He llegado a casa y he puesto la calefacción. Ahora espero al deshielo.

5 comentarios en “Los pedacitos”

  1. La primavera ya ha explotado en Ibiza. Hoy hace un dia espléndido, soleado con una luz transparente, limpia… ¡Una maravilla! Te deseo que llegue pronto a Burgos si no, todos me vais a caer en una depre que no se va a ¡poder aguantar! Muchos besotes, M.

  2. Buenos días, Raúl Urbina:

    A veces un pequeño cambio

    puede mejorar nuestro ánimo.

    ¿No te has planteado,

    simplemente,

    en tu calefacción:

    instalar un termostato? .

    Así al llegar a tu casa,

    encontrarías tu hogar: templado.

    Saludos.

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