No es oro todo lo que reluce, ni nada reluce en vano. A medida que el calor invade nuestros poros hasta bloquearlos con el sudor pedajoso del verano, nuestros bolsillos piensan en ahorrar gastando. A la hora en la que el sol empieza a quebrarse entre las aristas, nos enfrentamos a nuestros reflejos en los escaparates buscando la oportunidad de ser diferentes cambiando por fuera. Miramos los precios y comparamos. Si os fijáis bien, a veces las oportunidades salen demasiado caras.
En ocasiones la vida también está de rebajas. El diablo compra almas a precio de saldo.
las oportunidades a veces no salen nunca, por más que sigamos a la típica persona que encuentra unos chollos….
No me fío de las rebajas, hay mucho truco. De todas formas no soy muy compradora. Me aburre ir de compras. Cuando veo algo que me gusta y si está dentro de mi presupuesto pues voy y lo compro.
Gracias Raúl por tu comentario en mi blog siempre es una agradable sorpresa recibirlos. Besotes, M.
Veridico: el año pasado, en una de las zapaterias de la plaza mayor mi mujer se compró unos zapatos por 90 eur, días después estaban "rebajados" a 120 eur