Sin Internet. Sin ADSL. Sin conexión con el mundo y sus elementos. Sin poder encomendarme a Dios ni al diablo. Sin partir ni compartir. Sin elementos de juicio. Sin prejuicios. Sin las teclas del sentido, sin advenimientos del sonido. Sin figuras. Sin figuraciones. Desconectado, desenchufado. Sin acordes de bites. Así. Sin el todo.
Pero… Con iPhone en mano. Compensando.
¡En la gloria, en definitiva!
¿¡ Estás fuera de la civilización?! ¿Qué es el iPhone? Besotes ignorantes, M.