… casi todas

Autorretrato04

Tengo tendencia -ya lo sabéis- al crimen y al desafuero, espero en las esquinas del alma para asaltar malos sentimientos. Me agazapo vigilante, expectante, aguardando con paciencia que las miserias de la vida salgan de su escondite. Un rayo de inquina cruza mi frente, sesgada por cuatro o cinco navajazos en una pelea callejera y autosuficiente por la dignidad humana que, como siempre, sale perdiendo en lucha desigual frente a la maldad, frente al dolor. Cual bucanero de los pasos descarriados, me apodero del botín íntimo de los incautos paseantes que ven trastabillar las monedas de oro, sus más hondos sentimientos, en un injusto pero implacable transvase hacia los bolsillos de mi corazón. Las heridas de todos los que se cruzan por mi camino supuran uno a uno todos los hálitos del vivir, que son esperanzas frustradas, desechadas por el ánimo de los mortales una a una. Soy el ladrón de vuestros sueños, el señor de la codicia, el mandamás del desafuero. Mi vista columbra todos vuestros gestos, todas vuestras inclinaciones, todo vuestro sinsabor. Espero quedarme con todo, acaparador de vuestro mundo, acumulador de esos pálpitos que un día -quizá muy próximo- no sean más que flores.

«Pero yo no he sido, y si he sido, de lo cual no estoy muy de acuerdo, sabe Dios cuánto lo siento. Ya veis que soy un pobre hombre que no ha hecho daño a nadie. Siempre he pensado en devolver las cosas… casi todas.» («Yo no he sido», de Fernando Pérez Álvarez, en el catálogo de la exposición Los sentidos del crimen, que puede visitarse en Burgos, del 5 al 28 de septiembre de 2008)

5 comentarios en “… casi todas”

  1. No he podido entrar a hacerte un comentario. Me salía algo raro de Google, diciendo que "Forbidden" (o algo parecido) que si patatín, patatán, que no he entendido por lo tanto, te leeré con calma mañana los posts que me faltan. Besotes, M.

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