He estado un poco vago, lo lamento. No sé si las ideas no venían a mí o yo no iba a las ideas, pero me he mantenido en barbecho hasta hoy. Cuajado ya de sol entre las ventanas de casa, recuerdo con placer extremo el maravilloso día que pasamos en Duruelo, Castroviejo y Covaleda gracias a Miguel Simón, director de La Palabra de Burgos. El que suscribe, que es demasiado urbanita –y, por lo tanto, paleto— tuvo la oportunidad de disfrutar del maravilloso paisaje de los Pinares de Durelo de la Sierra, Castroviejo y Covaleda, y gozar con la compañía de compartir mantel, paseo y conversación con gente a la que todavía no conocía en persona.
En fin, que, tratándose de pinares y personas como éstas, siempre se puede decir que se pueden pasar sábados por todo lo alto.
(Podéis ver algunas fotos más aquí)
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Fue una jornada memorable, sin duda. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Y claro que hay que repetirla, en cuanto se pueda hacer fuego en el monte nos ponemos a ello. Un abrazo, Raúl, y otro para Alberto.
¡Qué envidia! ¡Qué bien os lo pasais! ¿Para cuando otra "Olla"? Besotes, M.