Por qué se demoran las entradas de Verba volant. Cine, series, cine. Sentido.

Pozo

Alguno de vosotros, seguidores y amigos de Verba volant, os habréis preguntado qué ha motivado esa lentitud en el ritmo de publicación de las entradas. Y aunque no todo tiene en esta vida explicación y sentido, ya que no es sino laberinto, en este caso hay unas cuantas causas. Os advierto que, pese al comienzo más o menos lúdico, la cosa va en serio. Así que os animo a leer hasta el final (¡y no valen lecturas en diagonal!).

La primera es la explicación más explicable: estamos a final de curso y a las montañas de obligaciones se acumulan fuertes precipitaciones en forma de exámenes, correcciones y trabajos. Pero como en esta viña del Señor no todo es trabajo, la cinematografía tiene también la culpa para bien y para mal.

Aunque muy tarde, he empezado a descubrir Lost. Vi algunos capítulos sueltos allá por los inicios de la historia (y hace muchos años de esto) y, por aquello de la fragmentación, no me gustó. Ahora que todo el mundo la ha visto, me ha picado el gusanillo y en ello estoy. Temporada 1. Por otra parte, Breaking bad ha llegado al final de la tercera temporada y he cada vez estoy más convencido que estamos ante una de las grandes entre las grandes. La historia, lejos de empobrecerse, sigue creciendo y, con la última secuencia, uno permanece unos cuantos segundos ante el televisor un poco atontado esperando que nos den un poco más. Este cierre podría suponer un respiro, pero ya ha llegado la tercera temporada de True blood y Californication está al caer, así que la realidad de mis ficciones va a colmarse de sexo, sentimientos y pasiones al límite, horror profundo y sonrisas no solamente ligeras.

Por lo tanto, el trabajo y el vicio (a partes iguales) han ralentizado estas palabras volantes y voladoras. Pero decía que hay otro motivo, que vamos a asociar también con el cine. A los que no hayan visto la película Mujer blanca soltera busca… les será difícil manejar el paralelismo. Y como es mejor contemplar el horror que vivirlo, les diré que circunstancias ajenas a mí pero internas a este blog han vuelto a extender el desánimo. Si hace mucho tiempo había determinadas personas que buscaban y rebuscaban en este blog para verse representados (cuestión que creo superada, o al menos eso creo), desde hace un tiempo percibo (y no son delirios paranoides) algunos gestos nada sanos en algunos lugares. Ya dije en alguna entrada perdida que cada uno tiene su estilo, para bien y para mal. También es obvio que el estilo de cada cual tiene influencias múltiples y variadas, más o menos conscientes. Pero tengo el horror de contemplar que hay quien ha empezado a bucear por la blogosfera por los mares exactos por los que navego; tengo el espanto de percibir que mis palabras, mi estilo y mes querencias frecuentan de manera demasiado aproximada las palabras que tendrían que ser de otros. Me siento desdoblado sin quererlo, dividido en un Dr. Jekyll y Mr. Hyde sin haber pasado por la ingestión de la pócima tramposa. Me encuentro con alusiones y réplicas veladas que yo no he pedido y que no he querido. El mundo es abierto y ancho y libre, y cada cual es amo de sus actos y de sus palabras, pero a mí me gustaría ser amo y señor de las más que modestas líneas que tengo a bien escribir porque me da la gana y que vosotros leéis porque sois buena gente y queréis pasar un rato con ellas. Me gustaría escribir aviesa amargura –por citar una cita inexistente y, por lo tanto, ejemplificatioria– y no encontrarme al cabo de poco con ese pensamiento y palabras estampados en el reflejo de otra pantalla para querer decir no-sé-qué. No creo que mi mundo y sus expresiones sean dignos de tantos seguimientos, apéndices y réplicas. Creo que ni las he pedido ni las he estimulado. Por si fuera poco (y sin que tenga que ver con lo anterior), mi correo se ha visto incomodado por mentes pertinaces que no aceptaban un silencio. Hasta se han permitido el lujo de sentirse ofendidas por no ocupar el lugar de Chipirón, sin tener en cuenta el pequeño detalle de que soy yo el que decido en mi blog el lugar que ocupa cada uno. Para eso es mío.

Y es lo que tienen las ficciones, amigos. Al final, se funden con la vida.

En definitiva, cada vez que me sentaba ante el ordenador en busca de enlazar una historia con palabras más o menos afortunadas, me asaltaba la obsesión de no querer encontrarme lo que iba a venir después. Así que tenía que explotar y contarlo a mis parroquianos, por aquello de aliviar un poco las penas. Pues eso. E insisto: no son figuraciones mías.

(La imagen es de Ignacio Conejo.)

4 comentarios en “Por qué se demoran las entradas de Verba volant. Cine, series, cine. Sentido.”

  1. Buenas noches, profesor Urbina:

    No es sano ver tantas series y películas de terror.

    Luego se sueña, y se tienen pesadillas.

    Soy una ignorante total, así que poco puedo aportar.

    No me gusta pasar miedo.

    Estupenda la foto del pozo, con las paredes rebosando primavera, gozosas de ver la luz, y el cielo que se refleja en las aguas.

    Confío que la persona que se asoma en el brocal, con la linterna, a comprobar el nivel del agua, vuelva a colocar pronto la tapa. Es muy peligroso, hay que cerrarlo herméticamente.

    En cuanto al estilo personal, se podrá imitar, pero se nota el engaño, si se conoce un poco la persona, el tono, el ritmo… Si utilizan la firma, o el nombre, entonces sí que es denunciable. Es como una falsificación de identidad, y según en qué casos podría ser delito.

    Saludos.

  2. Hummmm , acoso en el ciber espacio… Eso ante un juez pinta difícil de probar. Mejor pasas de ell@s y sigues con tu vida. Cada cual que copie y espere lo que quiera, tú a lo tuyo, que entre examenes, fotos, deporte, series de tv, libros y blogs ya tienes bastante. Un abrazo.

  3. Sí que has tardado, sí. Pero yo no puedo decir mucho, porque me ha pasado lo mismo: digamos que me he visto la primera temporada de In Treatment en apenas dos días. Ya me puedes imaginar, con los ojos enrojecidos por tanta televisión y con la mente completamente absorta en todo aquello que no pertenezca a la serie. No descansaré tranquila hasta que no lo termine.

    Lo que yo no entiendo es cómo alguien puede verse ofendido por no ocupar el lugar que piensa que se merece en tu blog. Si no lo ocupa es porque quizás no se lo merezca. De todas formas, al tratarlo aquí pienso que le estás dando demasiada importancia.

    P.D: También quiero quinta temporada de Dexter ¡YA!

    P.D2: Me gusta la idea que expone Sophie en uno de los primeros capítulos de abrir una ventana redonda e imaginar que navegamos. Y la decoración del despacho de Paul también.

    P.D3: ¿Cómo coño se puede modificar el tamaño de la letra en WordPress?

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