Cierras los ojos. Firmemente. Mientras, aprietas los párpados y piensas en lo que deseas. Cuidadosamente. Persistes un rato hasta que tu cabeza y tu corazón se iluminan por dentro. Confiadamente. Los abres de nuevo y te preparas para que la realidad sea igual a tus sueños. Inesperada-Mente.
(Imagen de Daniela Vladimirova.)