Nuestras vidas son nudos. Nudos que hay que desenredar, nudos que es preciso desenvolver o nudos que es necesario dejar por imposibles. La primavera ha entrado hoy en nuestra ciudad. Con un cielo demasiado azul, con un sol que reconforta nuestros corazones para recordarnos lo frío que es el invierno, con un suelo poblado de las sombras de nuestros cuerpos, más despojadas de atavíos, de las cargas de nuestro cargado cuerpo.
Hoy los cielos alimentan la esperanza de que el invierno se ha acabado. Que alimentan la esperanza de que las heridas ya han supurado todas las líneas de nuestros horizonte limitado. Que alimentan la esperanza de los veinte grados a perpetuidad, insolentes e intransigentes a las inclemencias del tiempo, demasiado duro para ser cierto.
Hoy ha llegado una brisa cálida a nuestro aliento, una nave nutricia de rayos que transportan vitaminas a nuestro débil sistema inmunitario. Pero no lo olvidemos: ha llegado para irse. Para que -algún día- descubramos lo tristemente jodido que es el invierno. Nudo a nudo en el frío de nuestras manos. En el frío de nuestras almas. En el frío definitivo de los días que siguen a los cielos azules de nuestras primaveras.
Me ha encantado leer a "Winnipeg". Entró en mi blog un dia y espero que lo vuelva a hacer ya que le hice una pregunta MUY trascendente que me gustaría me contestase…
Ahora, referente a tus nudos ¡alégrate Raúl! Que ha llegado la primavera y el verano está a la vuelta de la esquina… Besotes, M.
Soy un humilde profesor y filólogo por tierras heladas de Canada ,y como buen burgalés de pro, me falta la morcilla y me sobran los 19 grados bajo cero
Alrededor de la mitad de la población total de Manitoba reside en la Región de Winnipeg Capital, cuya población es de 730.305 habitantes. La ciudad de Winnipeg cuenta con una población total de 633.451 habitantes (estimación 2006). La ciudad se encuentra en la confluencia de los ríos Rojo y el Assiniboine. Caracterizada por un clima riguroso (temperatura media de -19 °C en enero, pero de 19,7 °C en julio) es considerada como una de las grandes ciudades más frías del mundo.
Nudos que han de ser nodos en la cuerda que los une. Nudos con yemas, promesa de floración. Nudos que sujetan pero que no deben atar.
Nada es para siempre. Pero que rico este solecito… A aprovecharlo, todos a la calle a sacar los cuernos al sol. Y que dure…