En serio. Sobre Francisco Rico, Javier Cercas y Arcadi Espada

Buena se ha montado entre Arcadi Espada y Javier Cercas. Tal y como nos cuentan en El País, un artículo de Cercas defendiendo a Francisco Rico de las críticas vertidas contra el ilustre filólogo por haber afirmado que él no ha fumado un cigarrillo en su vida en un escrito contra la ley antitabaco ha desencadenado una virulenta respuesta de Arcadi Espada en la que se insinúa la implicación de Cercas en un asunto relacionado con una trama de explotación sexual. Como de la lectura de los enlaces cada lector puede sacar las conclusiones oportunas de cada postura, yo solo me quedaré con mi visión, que no puede ser más que personal y poco transferible. Creo que todos ellos hacen mal y casi a partes iguales. Rico, porque ataca a la ley antitabaco como si el hecho de ser fumador no interfiriera de algún modo en los razonamientos (que, a no ser que sean demostraciones, están siempre impregnados de algo nuestro). Cercas, porque pone tanto énfasis en defender a Rico que llega a confundir a base de paralelismos el cariño que tiene de su maestro con el uso debido o indebido de la ironía o del humor en la práctica periodística (insisto: no es lo mismo atacar una ley desde el presupuesto del fumador del que no fuma. Además, no todos los lectores de un periódico tienen por qué conocer a Francisco Rico y, por lo tanto, quedan engañados y, por lo tanto, empañados, con su afirmación). Espada, porque se pasa veinte mil pueblos afilando hasta sacar demasiada punta al argumento de Cercas. No es cosa esta de bromas y veras o de ficciones para explicar verdades y verdades para explicar ficciones. Es, en el fondo, la puñetera manía que tenemos los seres humanos de salirnos siempre con la nuestra pensando que lo estamos haciendo de modo aséptico y, por ende, objetivo. Y, más en el fondo, todos razonamos con la mierda que hemos pisado bajo la suela de nuestros zapatos.

(Imagen de .Bambo.)

6 comentarios en “En serio. Sobre Francisco Rico, Javier Cercas y Arcadi Espada”

  1. Si cercas afirma que se puede mentir…Arcadi lo pone a prueba.

    Es como el que no para de hablar de moralidad en la vida pública y tiene a la hija enchufada en la EMT, a la mujer con la concesión del bar del Instituto, compra 300 ejemplares de EL Pais para la biblioteca de la aldea, tiene la concesión del combustible de la piscina municipal, y controla los suministros y cursillos del sindicato.

  2. En efecto, aquí el que se ha pasado treinta pueblos es Arcadi Espada. Lo que no se puede hacer, en esto de las argumentaciones (afortunadas o desafortunadas), es sacar el cuchillo, porque entonces dejan de serlo.

  3. Quizá queda aclarar que la supuesta detención de Cercas nunca se dio y que Espada lo que pretende es llevar al extremo la idea del artículo del primero cuando defiende a Rico argumentando que se pueden introducir elementos no ciertos en un artículo periodístico. Polémica jugosa para los teóricos de la comunicación y la historia futura del periodismo español, aunque la actuación de Espada sea deplorable y condenable desde cualquier argumento moral.
    En fin, nada que no se haya dado antes en la historia de la literatura y del periodismo español, pero rechazable. El bulo ha corrido como la pólvora y nadie ni nada podrá restañar los perjuicios causados a Cercas.

  4. Lei el artículo de Rico y el de Cercas, no el de Arcadi. Creo que se ha montado una polémica tipo TV basura pero en plan periodístico. Sinceramente, creo que el que se ha pasado veinte mil pueblos, como dices, es el tal Arcadi que calumnia abiertamente. Por un momento he recordado la bilis que usaba Lope de Vega contra Cervantes. Se ve que en este país la envidia, la ensidia, y la calumnia siguen campando a sus anchas. Así no llegaremos muy lejos. Besotes, M.

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