Troppo vero

Inocenciox

En esto de los cuadros y el arte, salto muy frecuentemente de la afición y la pasión al fetichismo. Para bien o para mal, puede decirse que soy un forofo, seguidor constante e idólatra de algunas obras. Es lo que me ocurre con retrato de Inocencio X de Velázquez (también me gustan las interpretaciones y estudios de Bacon). Basta contemplarlo para sentirme sobrecogido: rostro severo, inquieto, nervioso, cruel o expectante…, la mano izquierda sujetando un papel con toda la firmeza y, a la vez con toda la suavidad, la mano derecha levitando próxima al brazo del sillón. Me ocurrió desde la primera vez, en un lejano libro de texto de una lejana infancia. Cuando me enteré de que el cuadro estaba expuesto en Roma, entré en estado de frenesí. Y tuve una grata recompensa. La obra se encuentra en uno de los museos que más me ha impresionado, la Galeria Doria-Pamphilj, un precioso palacio en la Vía del Corso (en el que todavía viven sus propietarios: ¡para pasmarse!) que tiene todo lo que tiene que tener un museo: obras magistrales, ambiente recogido, silencio, sensación de intimidad. El cuadro estaba en un cuartito, me acerqué despacio, con la cautela y el miedo del primer amante, intuí su presencia a la izquierda. Pude degustarlo, explorarlo, tocarlo con la suavidad de la mirada. Os aseguro que, desde ese momento, he dado un paso más en mi vida, creo que he aprendido más, creo que he crecido en mi dimensión del mundo. Cuentan que el Papa Inocencio X afirmó al ver el resultado del cuadro: Troppo vero!, demasiado real. Y estoy de acuerdo con él. Solamente el arte puede captar la realidad. La vida está demasiado ocupada en joder la marrana. No es exageración. Es arte. Simplemente.

(Ya hay más fotos en mi galería de Roma)

5 comentarios en “Troppo vero”

  1. Muchas gracias, Mafaldia. En esta foto es una de las pocas veces en las que he conseguido sacar una foto exactamente igual a como me lo había propuesto.

    Fernando. Ante todo, bienvenido. Es un placer. Este museo es una joya que no hay que perderse. Lo recomiendo vivamente. Y lo dicho en el post: es uno de esos museos que aún no se ha convertido en espectáculo de feria.

    Merche, esa mirada está cargada de todo. Tienes razón.

  2. Comparto plenamente el contenido de esa reflexión. He estado varias veces en Roma pero no he visitado ese Museo, situado en una Via por la que se pasa mil veces. Tomo buena nota y lo disfrutaré una vez más, pues ya tuve la oportunidad de verlo cuando estuve hace años en la monográfica de Velázquez en El Prado.

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