ELLA: ¿Por qué escribes sobre tu vida?
ÉL: Porque es lo único que tengo.
ELLA: Pero hablando de tu vida hablas de los demás, revelas sus secretos.
ÉL: Los demás, en la medida en la que me afectan, también son mi vida. Mi relato sobre ellos no es el centro; es el efecto colateral.
ELLA: ¿Escribir un blog no es una manera enfermiza de hacer públicas cosas privadas?
ÉL: Escribir sobre lo privado es un acto de socialización masoquista, pero de socialización, al fin y al cabo. Además, siempre se miente, se exagera, se ficcionaliza. El secreto está en que los demás no lo noten. Es muy importante que todo parezca verdad.
ELLA: ¿Así que no eres siempre sincero?
ÉL: ¿Alguna vez has conocido a alguien sincero? En todo caso, conocerás a personas que saben mentir bien. Todos tenemos secretos y cadáveres en el armario. La clave está en que no huelan demasiado.
ELLA: Muchas personas te odiarán por lo que haces o por lo que dices…
ÉL: Es un problema más suyo que mío. Nunca me lanzo a la yugular el primero. Eso sí, cuando agarro una presa con las mandíbulas me gusta apretar y zarandear hasta que quede completamente inane. No es tanto un acto de crueldad como de supervivencia. Hay otros cazadores más ladinos o astutos. Yo prefiero ser primitivo.
ELLA: ¿Te sientes un traidor?
ÉL: Te digo lo mismo que antes: soy tan traidor como muchos otros. Quizá más que muchos. Seguramente, menos que otros que parecen corderitos. No he visto en este mundo más despiadados carniceros que en el rebaño de corderitos. Pastan alegremente y parecen mansos. En el momento que te descuidas, van a por ti.
ELLA: ¿No es una manera de echar balones fuera?
ÉL: Por supuesto. Soy un experto en hacerlo.
ELLA: ¿Un consejo para mí?
ÉL: Sí, uno claro y directo: échate crema en las manos. La gente se fija en las manos de los demás mucho más de lo que imaginas. Unas manos bien cuidadadas son el pasaporte a un ajuste social perfecto.
ELLA: ¿El físico es importante?
ÉL: El físico es lo primero y lo último, con muchas cosas intermedias. Quien diga que las apariencias engañan no sabe analizarlas ni atisbar entre ellas. Valoramos mejor en la escala social a una persona bella que a una fea. Eso no significa que el físico sea todo. Pero en esto, como en todo lo anterior, hay mucha hipocresía.
ELLA: ¿Por qué eres tan directo?
ÉL: No me queda otro remedio que asumir que soy así. Créeme que intento morderme los labios para no saltar. Pero es superior a mí. Así me va. Otros consiguen más con un silencio de perros. Unos dirán que eso es ser auténtico. Por mi parte, creo que soy un bocazas.
ELLA: Si estuviera en tus manos, ¿qué cosas de las que ves cambiarías?
ÉL: Puestos a empezar, cambiaría el sofá y esas cortinas. No me gustan nada.
(Imagen de Kurt Qvist.)
¿cómo decir mucho escribiendo poco? ahí va un ejemplo. simplemente genial.
"Escribir sobre lo privado es un acto de socialización masoquista, pero de socialización, al fin y al cabo. Además, siempre se miente, se exagera, se ficcionaliza. " 🙂 jajaj Una frase que podría encabezar muchos blogs.
Está siendo nuevamente hipócrita y contestando lo que le da la gana. Lo noto sincero en el consejo de cuidarse las manos y veo una sinceridad imaginada en lo de las cortinas y el sofa. Del resto no me creo (ni coincido con) casi nada. Pero cada cual contesta lo que quiere y como quiere.
Estoy completamente de acuerdo con las respuestas de él.
Las verdades nos duelen y nunca está de más tener a un bocazas a mano para darse cuenta de ellas, aunque joda.
Pienso que es un completo error eso de valorar más a una persona por su belleza : la simetría del rostro no va ligada a la de dentro. Y me parece muy bien que las masas tengan esta concepción, pero yo no lo comparto.