A mí no me parece que hoy sea 26 de junio

A mí no me parece que hoy sea 26 de junio. Estaría más de acuerdo con las circunstancias si me dijeran que es un 17 de mayo caluroso, un 22 de mayo, todo lo más. Pero es imposible que hoy, precisamente hoy, sea 26 de junio.

Todavía no ha habido tránsito progresivo hacia el verano, los trámites para acabar el curso siguen siendo infinitos, los estudiantes no han pegado la etiqueta 1 y la etiqueta 2 en las hojas de selectividad, mis pies no han pisado el agua del mar y mis manos no han abrazado el agua intentando avanzar un poco más. No hay en mi ciudad fuegos de artificio ni hay turistas invadiendo las calles y haciéndose selfis delante de la Catedral.

Hoy no es un día propio y efectivo para convertirse, afectivamente, en un 26 de junio a todos los efectos. No encuentro al señor que pinta un paisaje kitsch con spray vivos ni al mago ambulante con su mesa inestable ni al titiretero gracioso y alegre a su pesar.

Noto que algo nos falta para que los días sean como los de antes. Quizás sea una visión catastrofista, quizás me esté haciendo mayor. Pero, lo más seguro, es que algo ronde en el aire que le resta fuerza al avance de los días. Permaneceré atento hoy al calendario, no vaya a ser que le se hayan volado unas cuantas páginas.

Hoy, 26 de junio de 2020, no habrá en mi ciudad dos personas dándose un beso cuando salgan del teatro.

1 comentario en “A mí no me parece que hoy sea 26 de junio”

  1. No se lo darán a la salida del teatro, pero tal vez al abrigo oscuro de un portal 😉

    PD.: Cuánta razón tienes! Añadiré que por aquí ha hecho tan mal tiempo este último mes y medio que ni siquiera la temperatura parece de verano…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.