Laberintos

QUERIDO DIARIO DOS PUNTOS VEINTICINCO DE ENERO

querido diario dos puntos. paso poco por aquí y me doy cuenta de que, al final, todo se va transformando en algo que no quiero, que enredo mis minutos sin dejar tiempo para el sosiego, para respirar hondo y para mirar al techo y punto. resulta que me gustan cosas que no hago y lo […]

QUERIDO DIARIO DOS PUNTOS VEINTICINCO DE ENERO Leer más »

Para saber que existes

Siempre he pensado que solamente se escribía cuando se tenía algo que decir. De hecho, en incontables ocasiones escribimos sobre la escritura porque tenemos algo que decir y poner las cosas negro sobre blanco nos desatasca, nos reconcilia con el acto de juntar letras de manera coherente. Pero me he dado cuenta de que la

Para saber que existes Leer más »

Pero lo seguiré haciendo

Ando preocupado, lo que es una perífrasis casi convertida en realidad. Porque lo que me pasaba es que corría preocupado. O no, corría y me preocupaba. O yo qué sé. Sigo con mi disciplina inmisericorde de entrenamientos para correr una prueba el día 18. Estaba el otro haciendo series y no podía correr rápido, era

Pero lo seguiré haciendo Leer más »

Como la rosa

Tienes que pensar en un personaje y no sabes muy bien cómo escogerlo. Te gustaría que, siendo redondo, estuviese lleno de aristas, pero no eres capaz de sintetizarlo sin nombres y apellidos reconocidos. Intentas ponerlo en movimiento, jugar a ser dios para que descienda a la tierra. Saberlo todo de él, contemplarlo desde lo más

Como la rosa Leer más »

Palabras para mañana. Sol, solito

Hoy no ha hecho más que empezar y no tengo palabras. Tengo algo, no sé muy bien qué, pero no manera de articularlo con una forma que pueda decir o escribir. Me he levantado y lo primero que he hecho ha sido beber un vaso de agua, tomar una pera y pensar en una canción

Palabras para mañana. Sol, solito Leer más »

Historias de alumnos. Todas las veces que me equivoqué (aplicadas al caso de Esperanza)

Aunque ya he hablado de unos cuantos malentendidos, fracasos e historias fallidas, todavía puede haber momentos en los que las personas que leen esto piensan que esta es una serie autocomplaciente en la que me dedico a echarme flores y a tender puentes de buenrollismo sobre mi trabajo como profesor. Y no es cierto, para

Historias de alumnos. Todas las veces que me equivoqué (aplicadas al caso de Esperanza) Leer más »

Cuando (no) escribo

Cuando no escribo, me gustaría escribir. Cuando escribo, me gustaría hacerlo de otra forma. Y, cuando intento hacerlo de distintas maneras, no estoy conforme ni a gusto con ninguna. Me gustaría, por ejemplo, escribir de manera poética y rítmica, pero no me llega ni el talento ni la sustancia de los sustantivos, que se pierden

Cuando (no) escribo Leer más »

Una de cal y otra de tristeza

En el famoso dicho de «Una de cal y otra de arena», nunca he llegado a saber cuál es el término positivo y cuál el negativo y, aunque podría guglearlo ahora mismo, prefiero quedarme con la duda. La entrada de hoy iba a estar proyectada en dos polos antagónicos, como la cal y la arena.

Una de cal y otra de tristeza Leer más »

Eres un paréntesis: acaba y empieza, sin nostalgia ni pena, desafíos, el Thyssen y el cielo de Madrid… y el paréntesis

Acaba y empieza Septiembre se mete de tapadillo en el verano. El último día de piscina fue muy triste, con mucho calor, la piscina llena de nostálgicos aprovechando hasta el tuétano. Acaba la temporada de piscina y la recordaremos durante meses cuando el frío sea más profundo y parezca irreversible. Sin nostalgia y sin pena

Eres un paréntesis: acaba y empieza, sin nostalgia ni pena, desafíos, el Thyssen y el cielo de Madrid… y el paréntesis Leer más »

Tardes de piscina. Para pensar en no pensar, ida y vuelta, ida y vuelta, que me han hecho temblar, que se debaten contra el viento

para pensar en no pensar Las tardes de verano, para mí, son tardes de piscina. Tardes para nadar, para leer, para mirar, para escuchar, para palpar el césped con la planta de los pies, para no pensar, para pensar en no pensar. En el momento en el que las tardes de verano en estas latitudes

Tardes de piscina. Para pensar en no pensar, ida y vuelta, ida y vuelta, que me han hecho temblar, que se debaten contra el viento Leer más »

Tarde de piscina – un error de cálculo, buscando mi territorio, un entrenamiento suave, cambio con frutos secos y horchata. Y baja el sol y el ánimo en mi corazón

un error de cálculo La tarde comienza con un tremendo error de cálculo: el miedo a que las calles cortadas por la meta de la Vuelta a Burgos dejasen cortadas algunas calles me han llevado a dejar aparcado el coche cerca del recinto de la piscina y volver corriendo a casa a mediodía. Por la

Tarde de piscina – un error de cálculo, buscando mi territorio, un entrenamiento suave, cambio con frutos secos y horchata. Y baja el sol y el ánimo en mi corazón Leer más »